El cáncer testicular es una enfermedad en la cual se forman células malignas en las células germinales del testículo, productoras de espermatozoides. Es el tipo de cáncer más común en hombres jóvenes de los 15 a los 35 años.

Se distinguen dos grupos principales: seminomas y no seminomas.

Los seminomas se encuentran en hombres de 30-40 años, y son más sensibles a la radioterapia.

Los más frecuentes, sin embargo, son los tumores no seminomatosos, que suelen ser de crecimiento más rápido y más agresivos.

Existe mayor riego de desarrollar este tumor en los hombres que tuvieron un desarrollo testicular anormal, cuando el testículo no ha descendido del abdomen a la bolsa escrotal.


DIAGNOSTICO

El síntoma principal es la aparición de un bulto o una dureza, a veces sin dolor, en el testículo, y sensación de pesadez escrotal.

El diagnóstico se establece con la exploración física y una ecografía. Existen unos marcadores tumorales (αFP, ß-HCG y LDH) que pueden detectarse en un análisis de sangre. Para saber si el tumor se ha extendido a otros órganos se realiza un escáner (TAC).

Las siguientes etapas se usan para clasificar el cáncer del testículo:




    TRATAMIENTO

    La cirugía es el tratamiento indicado en los estadios iniciales. Se denomina orquiectomía radical inguinal a la extirpación del testículo a través de una incisión en la ingle tras confirmar en una biopsia la malignidad.

    Si el tumor se ha extendido a los ganglios linfáticos o existen metástasis en otros órganos, es necesario un tratamiento posterior con quimioterapia, o radioterapia para el seminoma. Estos tratamientos pueden producir esterilidad al paciente, por lo que se aconseja congelar semen antes de someterse al tratamiento.

    El de testículo es el paradigma del cáncer que es tratable y curable. Así más del 95% de los pacientes que sufre un seminoma en estadios iniciales logra curarse totalmente. Es importante destacar que cuanto antes se diagnostique, menos agresivo será el tratamiento y más probabilidad de curación completa existe.