En España se diagnostican cada año alrededor de unos 9.000 nuevos casos de cáncer de vejiga, y no ha dejado de aumentar en los últimos tiempos debido fundamentalmente al consumo de tabaco. Es cuatro veces más frecuente en los hombres que en mujeres, y su incidencia aumenta con la edad.

Causas
El tabaquismo es sin duda el más importante factor de riesgo.
Los colorantes y sustancias de industrias químicas, o la irritación crónica de la vejiga por infecciones o cálculos también parecen aumentar el riesgo.

Síntomas
El síntoma principal es la hematuria o presencia de sangre en la orina, y en ocasiones aparece dolor o necesidad de orinar frecuentemente.
Es indispensable consultar de inmediato al médico al detectar sangre en la orina

Diagnóstico
Si se sospecha de la existencia de un tumor, es necesario realizar una exploración denominada cistoscopia, en la que el urólogo observa el interior de la vejiga a través de la uretra, con un instrumento denominado cistoscopio.
Hoy día existen modernos instrumentos flexibles que permiten realizar esta exploración de forma indolora, incluso sin necesidad de anestesia.
cistoscopia
La citología de la orina consiste en que un patólogo examina la orina al microscopio, para detectar células malignas.
También se realizan pruebas radiológicas: ecografías o radiografías con contraste intravenoso (Urografía o TAC), que permiten visualizar el tracto urinario.


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Tratamiento
Cerca del 80% de los tumores vesicales son superficiales en el momento del diagnóstico, y resulta imprescindible el diagnóstico y tratamiento precoz.
La intervención inicial es la Resección TransUretral (R.T.U.) para extirpar y analizar el tumor.
Es una cirugía poco agresiva, realizada a través del orificio natural de la uretra, con alta hospitalaria en 24-48 horas.



Una vez analizado el tumor, se conoce la extensión del cáncer y se decide el tratamiento complementario a seguir:
- Si el tumor es superficial, pueden realizarse instilaciones de quimioterápicos o vacunas (BCG) endovesicales, o incluso solo vigilancia.
- En cambio si el tumor es infiltrante, e invade la pared muscular de la vejiga, se hace necesaria una cirugía más extensa para extirpar totalmente la vejiga: la cistectomía radical, a veces incluso con radioterapia o quimioterapia.
cistectomía


Los tumores superficiales de vejiga tienden a volver a aparecer en un alto porcentaje de los casos (40-60%), y a medida que reaparecen aumenta el riesgo de que el cáncer se convierta en más agresivo e invada el músculo, por lo que es indispensable que el paciente siga reconocimientos periódicos en su urólogo.